David Bravo, Director del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Católica; Gabriel Fernández, Gerente de Asuntos Corporativos de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS); Antonia Errazuriz, profesora del departamento de siquiatría de la Universidad Católica, y Daniela Campos, Jefa de Riesgos Psicosociales de la ACHS, dieron a conocer el “Termómetro de la Salud Mental en Chile ACHS-UC”, un estudio sobre la salud mental en el contexto de la pandemia.
Mediante herramientas internacionalmente validadas para medir síntomas y exposición a riesgos psicosociales, esta investigación reveló importantes datos sobre el estado de la salud mental de chilenos entre 21 y 68 años durante el confinamiento.
“El tema de salud mental es un desafío país creciente, que impacta sustancialmente tanto en la calidad de vida como en la productividad y competitividad a nivel país. Si a esto sumamos la crisis sanitaria y económica, es probable que los desafíos asociados a la salud mental de los chilenos tomen mayor preponderancia. Por ello, decidimos abordar el desafío seriamente, e invitar al centro de estudios longitudinales de la Universidad Católica, para llevar a cabo de manera conjunta una encuesta poblacional, y con ello analizar mejoras a las políticas públicas y proponer formas en que el mundo empresarial pueda contribuir a esta problemática social”, afirmó Gabriel Fernández, Gerente de Asuntos Corporativos de la ACHS.”.
David Bravo, Director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC indicó, "Hemos estado haciendo levantamientos muy relevantes de información para el país en este periodo de la pandemia del Covid- 19 tanto en materia de empleo como de ingresos. Consideramos que este estudio sobre salud mental, que se implementará hacia adelante, sobre una muestra representativa de la población, vendrá a llenar un vacío de infomración presente en las estadísticas públicas".
De acuerdo con la información entregada por los encuestados, un 13,8% de las personas en el país tendría síntomas que se asocian a “presencia” de problemas de salud mental, mientras que el 20,8% presenta síntomas que se asocian a “sospecha” de dicha condición.
Según la investigación, los más afectados por la pandemia y el desconfinamiento son quienes están en el tramo de 25 a 34 años (rango etario de los Millennials), los mayores de 55 (adultos mayores), los cesantes y las mujeres, con 4 puntos más de prevalencia que los hombres.
De las personas entrevistadas, un 21,5% manifestó haberse sentido “razonablemente feliz, considerando todas las circunstancias” más o mucho más que lo habitual, mientras un 25,7% indicó lo opuesto (menos o mucho menos que lo habitual) durante la pandemia.
Una de las dimensiones de la encuesta para evaluar la salud mental fue la disminución de la concentración. Un 43,5% de las personas indicó concentrarse menos o mucho menos que lo habitual en las últimas semanas, respuesta que fue de un 36,3% en los hombres y de un 50,7% en mujeres.
Ante la pregunta sobre si “sus preocupaciones le han hecho perder el sueño en las últimas semanas”, un 48,9% de las personas señaló haber perdido mucho más sueño que lo habitual. En esta respuesta los hombres representaron un 43,2%, mientras que las mujeres, un 54,5%.
Respecto al agobio y la tensión, un 54,8% de los encuestados afirmó verlos incrementados de manera más que lo habitual durante pandemia; esta proporción fue 46,3% para los hombres y 63,6% para las mujeres.
En cuanto a la capacidad de disfrutar, un 49,2% de las personas indicó que había sido menos o mucho menos “capaz de disfrutar sus actividades normales” durante el desconfinamiento, con resultados similares en ambos géneros.
La pareja también fue un factor incluido en la encuesta: los viudos y separados tuvieron una mayor prevalencia de síntomas asociados a presencia o sospecha de problemas de salud mental durante la pandemia con un 34,8% y un 50,9%, respectivamente, en comparación con los solteros y los casados con un 37,9% y un 28,5%.
“Las enfermedades de salud mental son complejas y multidimensionales, las causas más profundas suelen entrelazarse, incluyendo aspectos familiares (como la crianza), sociales (como la educación, las relaciones, las amistades), económicos (como el endeudamiento, la estabilidad, la incertidumbre), laborales (como la sobrecarga), entre otros. Por ello, la crisis no sólo es sanitaria, sino que también social y económica. Los transversales y profundos cambios en el estilo de vida de todo el planeta implican un quiebre y un cambio abrupto para todos en lo cotidiano, lo que entre otras cosas producirá estrés, soledad, ansiedad, depresión y miedo”, afirmó Daniela Campos, Jefa de Riesgos Psicosociales de la ACHS.
El trabajo, un factor relevante
Uno de los elementos que se correlacionan en mayor medida con los problemas de salud mental es la situación financiera. Un 44,5% de las personas desocupadas presentaron síntomas asociados a sospecha o presencia de problemas de salud mental, un 38,9% de las inactivas y solo un 31,2% de las ocupadas.
Entre quienes trabajan, un 67% indicó que muchas veces o casi siempre “se siente lleno de energía en su trabajo”, con una proporción de un 72% para los hombres y 59% para las mujeres. También destaca que un 39,8% de las personas señaló que muchas veces o casi siempre “siente que cuando está trabajando se olvida de todo”, con un 37% en los hombres y un 43% en las mujeres.
Ingresos, deuda y vivienda
La presencia de síntomas indicativos de presencia o sospecha de problemas de salud mental es muy superior en los hogares que reportaron una caída en sus ingresos con respecto al año pasado, con un 40,8% de prevalencia versus un 25% en quienes los mantuvieron.
El estudio revela el efecto de las deudas en la presencia de síntomas asociados a presencia o sospecha de problemas salud mental de las personas, ya que muestra una prevalencia casi tres veces superior en quienes tienen una situación de deuda complicada (56,7%) en relación con quienes no tienen problemas de deuda (17,8%).
Las condiciones de la vivienda también se relacionan con este tipo de síntomas de problemas de salud, con resultados que indican que, a menor superficie por persona, mayor es la prevalencia. Quienes habitan en viviendas sin balcón, terraza, patio o jardín tienen un 51% de prevalencia, versus un 32,5% de quienes sí cuentan con esos espacios.
Datos sobre el estudio
El “Termómetro de la Salud Mental en Chile ACHS-UC” es un estudio longitudinal, con una muestra aleatoria de 1.600 individuos, representativa de la población nacional urbana entre los 21 y los 68 años, seleccionada a partir de una muestra representativa de hogares; se llevó adelante a través de entrevistas telefónicas.
Sus principales indicadores en el ámbito de la salud mental están construidos a partir de metodologías internacionalmente validadas (sintomatología GHQ-12, exposición a riesgos CoPsoQ y engagement UWES-3).
El carácter público de los resultados del estudio sumado a los nuevos levantamientos de información que se realizarán en noviembre de este año, marzo y junio de 2021, permitirá evaluar los efectos de la pandemia en la salud mental de los chilenos, además de ser un aporte para el diseño de políticas públicas en esta materia en el futuro.
“Convencidos de nuestro rol social, y entendiendo la riqueza de la información obtenida, hemos querido poner a disposición de investigadores y responsables de políticas públicas los resultados de este estudio, para que como país avancemos en el diagnóstico (y posterior solución) de la situación de la salud mental de los chilenos”, afirmó Gabriel Fernández de la ACHS.
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