La Gestión de Aspectos Legales es el proceso donde se establecen, implementan y mantienen los métodos para identificar los requisitos que tiene obligación de cumplir la empresa, determinando el modo cómo aplican, evaluando su cumplimiento y generando las acciones necesarias para resolver las brechas detectadas.
Los pasos que resumen este proceso son los siguientes:
En primera instancia, se debe acceder a información que puede ser emitida por entidades gubernamentales u otras autoridades oficiales relevantes, como por ejemplo:
Con esta información, se generará una base de datos con todos los requisitos relativos a SST vigentes a la fecha de análisis. En base a esta información se debe ir “marcando” los requisitos que son aplicables a las características de la organización (actividades económicas, número de trabajadores, materias primas, entre otras).
Una vez identificado los requisitos legales aplicables, se deben clasificar de acuerdo con lo siguiente:
Aspectos legales generales
Son aquellos requisitos de SST que aplican a la organización, independiente de las actividades desarrolladas, los procesos productivos, la infraestructura, el número de trabajadores, entre otros. Por ejemplo:
Aspectos legales específicos
Son aquellos requisitos de SST que aplican a la organización a partir de las particularidades que posee la organización, las cuales están relacionadas con:
Esta etapa de identificaciÓn debe ejecutarse periódicamente, dado que un requisito que no aplica a la organización hoy, puede cambiar en el corto plazo. Algunas normativas específicas son:
Luego de identificar los requisitos legales, se debe realizar un análisis de cada requisito con el objetivo de determinar lo que deberá cumplir la empresa/organización.
Este análisis se debe realizar a un nivel de detalle suficiente para que la empresa/organización sepa cómo aplican y dónde aplican los requisitos de SST, para esto:
El objetivo de esta etapa es decidir si las exigencias determinadas por cada cuerpo legal (definida en el paso anterior) se “cumplen” por la empresa/organización.
Para esto, se debe determinar el alcance que poseen (nivel empresa/centro de trabajo) y los “registros” que evidencian el cumplimiento. Es importante aclarar que una exigencia se “cumple”, sólo SI es demostrable a nivel de todo el alcance solicitado.
Se debe considerar que, a diferencia de otras evaluaciones, el cumplimiento de los aspectos legales es independiente de los criterios que pueda determinar la organización, como por ejemplo los relacionados con los aspectos operacionales, con aspectos técnicos y/o aspectos financieros, entre otros.
El resultado de la etapa será el número de exigencias que se cumplen y no se cumplen.
Tiene por objetivo dar cumplimiento a todas las brechas detectadas en el proceso de evaluación. Es decir, por cada “no cumpla” se debe generar la actividad que remedie esta condición.
Esta planificación debe estar documentada y contener como mínimo la siguiente información:
Este Plan de acción debe ser seguido y verificado periódicamente, buscando que se cumple la planificación establecida. La meta de esta etapa es el “Cumplimiento del 100% de las brechas detectadas en la evaluación”.
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